
Capaz a usted lo han evaluado en su trabajo, pero al amigo del jefe le han dado un ascenso. No es que no lo merezca, quizás es buen trabajador, pero la relación sesgada en cuanto a la amistad con el jefe hace que todos duden. Imagine más bien, que es usted el que debe realizar la evaluación de sus amigotes de la oficina.
¿Qué haría para reducir el sesgo?
Las evaluaciones de liderazgo se hacen con más frecuencia en las organizaciones de hoy. Se han convertido en una herramienta común para medir el potencial de liderazgo, ayudar a determinar si los empleados deben ser promovidos o recibir una bonificación, y comprender la cultura de liderazgo de una organización.
Aquí algunos tips que pueden ayudar:
- Enfocarse en Resultados: Normalmente se trabaja con objetivos, es importante medir el alcance de los objetivos. Si usted lo que busca es el equilibrio y la honestidad, debe enfocarse en los alcances que ha logrado la persona o personas que trabajan con usted como un equipo.
- El Equipo va Primero: Definitivamente hay gente muy talentosa y ambiciosa que busca crecer de forma rápida. Enfóquese en el aporte que le dan al equipo, más que el desempeño individual. Esto se logra considerando al equipo como un todo, con o sin sobresalientes. El que sobresale hace ganar al equipo.
- Conversaciones de Enfoque: Aunque usted se lleve muy bien con uno de los integrantes del equipo, es importante mantener conversaciones de enfoque. Y ¿qué son estas conversaciones? Que, aunque haya una estrecha amistad usted vela por todos por igual. Las oportunidades son para todos, y si alguien lo está haciendo muy bien, el reconocimiento inmediato, así sea el que es más cercano a usted, pero debe reconocer al que va por buen camino en público.
- Honestidad de Frente: Quizás todos sepan que uno de los integrantes de su equipo fue gran amigo o es gran amigo suyo. No lo oculte. Lo puede decir, indicando que esto no influirá en su dedicación al trabajo, que los objetivos del equipo y de la empresa son para todos. Esto demostrará que hay justicia de parte suya.
- Se Justo: Probablemente también su decisión haga que perjudique o haga sobresalir a sus apreciados. Mida con medidores de gestión, sea justo, piense en el equilibrio que debe conseguir, más que en amiguismo. El que lo está logrando y el que lo hace bien, dele el reconocimiento debido.
- Invite a otros a Evaluar: Quizás, para usted sea difícil evaluar a alguien el cual lo entiende y tiene une buena amistad. Haga un 360, invite a otros a evaluar (clientes, proveedores, pares, jefes). Esto mejorará la visión que tiene sobre la persona, compartiendo ángulos de diferentes visiones. Las encuestas pueden contribuir a disminuir los sesgos.
- La Autoevaluación Ayuda: Y nada como evaluarse uno mismo. Es muy interesante poner a los colaboradores a hacer una preevaluación de ellos mismo y luego, de revisarla, hacer los ajustes que usted considere. Mucha gente suele evaluarse por arriba o por abajo, y es ahí donde entra el criterio del evaluador, pero puede que descubra grandes sorpresas que no había estimado. Esto también contribuye a reducir el sesgo que puede haber en algún momento o conseguir algo de independencia.
Espero estos tips te ayude a tener un mejor criterio cuando vengan las evaluaciones de periodo. En Jahn Institute tenemos un taller maravilloso sobre Incentivos de Personal y Productividad donde se toca estos y otros elementos que ayudan a evaluar mejor al personal que está a su cargo. Te invito a revisar el contenido en nuestro menú de Business School. Lo que no aprendiste en la Universidad, nosotros te lo damos.
Sobre la autora:
Cristina Rolando, MBA. Trayectoria en diferente organizaciones internacionales, lo cual le ha permitido ver que para llegar hay que dejar de pensar en uno y comenzar a pensar en el equipo de trabajo.
Adora el mundo corporativo y su interés es ayudar a que otros logren el éxito en su desarrollo profesional. Bloguera por vocación, relata su historia de tropiezos, enseñanzas, inteligencia emocional, motivación, el “sí se puede”, dentro de un mundo tan competitivo y a veces inhumano para los profesionales de hoy. Los que llegan no siempre son los más inteligente, son los que mejor manejan sus emociones y diseñan un plan para lograrlo.